miércoles, 30 de septiembre de 2020

Un punto de inflexión para los museos de la región


Ante la fragilidad en la que ha situado la pandemia a los museos e instituciones culturales de América Latina y el Caribe, el BID lanzó el pasado mes de junio la plataforma OPEN MUSEUM para acompañarlos en su imperativa transición digital.

Museos y transformación digital

Los datos hablan por sí solos y muestran un panorama desolador. Según las encuestas elaboradas por el Consejo Mundial de Museos y el programa Ibermuseos sobre el impacto del COVID-19 en el sector, el 96% de los museos de la región cerraron sus puertas entre los meses de abril y mayo, mientras que el 12% afirmaron temer la clausura permanente. El cierre y la cancelación de sus actividades a causa del coronavirus ha puesto a estas instituciones en un punto de inflexión: un 20% del personal ha visto sus contratos suspendidos y un tercio de las instituciones encuestadas vieron afectados sus presupuestos en más de un 50%.

Esto es especialmente sensible en América Latina y el Caribe (ALC), donde la situación de las instituciones culturales ya era muy frágil antes de la crisis y esta última puede ser determinante para su futuro. Un punto clave ha sido la escasa preparación para la transformación digital del sector. Sólo el 29% de las instituciones culturales tienen personal a tiempo completo dedicado a las actividades digitales. Todavía más grave, más del 80% de las instituciones afirmaron que no tenía un plan de transformación digital antes del COVID-19.

Ante la realidad impuesta por la pandemia, que ha puesto en riesgo la viabilidad de las instituciones culturales, desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzamos el pasado mes de junio la plataforma de conocimiento abierto OPEN MUSEUM con el objetivo de ayudar a los museos a transitar a la era digital, mantenerse relevantes y ganar resiliencia para el futuro.

Inspiración, recursos y soluciones

OPEN MUSEUM es una plataforma en línea que brinda recursos para apoyar la transformación digital de museos e instituciones culturales en ALC. Es decir, programas para crear exposiciones virtuales, softwares abiertos para digitalizar colecciones y poder seguir conectándose con las audiencias, o buenas prácticas e ideas inspiradoras de otros museos del mundo.

Con esta iniciativa, desde el BID conectamos a la comunidad museística de la región, y les apoyamos con recursos de las nuevas tecnologías que les permiten mantener su relevancia y acompañar a la población en cuarentena. Así, les ayudamos a expandir sus audiencias, generar nuevos públicos y redefinir el rol de los museos en el rico ecosistema de las industrias creativas y culturales de la región.

Las organizaciones culturales son parte fundamental de la Economía Naranja que en América Latina representa el 2,2% del PIB, emplea a más de 1,9 millones de trabajadores, lo que equivale a la fuerza laboral de la economía de Costa Rica o Uruguay combinada. Además de su innegable aportación económica y generación de empleo directo e indirecto, los museos e instituciones culturales no sólo son el corazón que atesora nuestra identidad y nuestro patrimonio artístico y cultural, son centros educativos, lugares de encuentro de la comunidad, centros vitales de las ciudades, atraen turismo, investigación y conocimiento. Para diagnosticar efectivamente los retos que enfrentan las industrias creativas durante el COVID-19, el BID y varios socios lanzaron esta encuesta en la que te invitamos a participar.

Innovación en tiempos de crisis

En la presentación de OPEN MUSEUM reunimos a algunas de las voces más inspiradoras de los museos de la región en un conversatorio virtual en el que participaron personas de 22 países. De la mano de Victoria Noorthoorn, directora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Elvira Espejo Ayca, exdirectora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore de La Paz, y Nicolás Gómez director del Museo de Arte Contemporáneo MAC Lima, abordamos los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones culturales en el escenario de la pandemia y cómo pueden reinventarse desde la óptica de la innovación. El resultado fue una viva conversación que arrojó muchas valiosas ideas que todavía resuenan.

A la pregunta clave sobre cómo pueden los museos mantenerse conectados con su misión y sus comunidades aún cuando sus puertas están cerradas, Victoria Noorthoorn dio cuenta cómo desde el Museo Moderno de Buenos Aires debieron abordar un proceso de transformación muy rápido, expandiendo las plataformas de las que ya disponían. En sus palabras, se articuló “un enorme esfuerzo del equipo, que se puso a trabajar en esta obsesión por brindarle a la sociedad aquello que normalmente ofrecemos de puertas adentro”. Es así como en cuestión de días lanzaron el programa #MuseoModernoEnCasa, que desde el 6 de abril ha acompañado a los ciudadanos durante el confinamiento con contenidos artísticos, educativos y de investigación para disfrutar y aprender en casa.

La misma estrategia siguieron en el MUSEF en La Paz, cargando en su página web y su canal de YouTube, catálogos, vídeos documentales y animaciones para mantener a las audiencias conectadas. Las cifras hablaron por sí solas, según Elvira Espejo Ayca: si bien el museo tenía unos 75.000 visitantes al año, en tres días consiguieron esas mismas visitas en plataformas virtuales. Y más aún, señaló, “nuestro público ya no es sólo local y nacional, sino internacional”. Sin embargo, añadió que su mayor preocupación es la “democratización de la tecnología”, ante la dificultad de acceso a estos contenidos digitales desde algunos pueblos y comunidades locales. Para salvar esa brecha digital, el MUSEF puso en marcha un museo portátil montado en un camión que acerca el patrimonio del museo a los habitantes del entorno rural.

Ese contacto directo con las comunidades ha sido también el foco de la estrategia digital del MAC Lima durante el cierre de sus puertas. Su director, Nicolás Gómez contó cómo han priorizado las acciones en torno a los artistas contemporáneos locales, “para cohesionar una comunidad que se ha visto desprotegida; queremos ser la plataforma para seguir dando voz a esa comunidad artística que da sentido a nuestra operación”.

Museos como agentes de desarrollo

En este nuevo paradigma de apertura de los museos a la esfera digital, para Nicolás Gómez, será fundamental diferenciar entre las potencialidades de cada medio, considerando que la experiencia física y la digital no deben competir ni reemplazarse. En sus palabras, “la razón de ser y la naturaleza del museo como institución es la experiencia del cuerpo, de los sentidos, de la conversación, de la visita física. Debemos enfocarnos en la investigación para generar contenidos que alimenten el infinito archivo que se puede potenciar en lo digital. El entorno digital puede ser también creador de nuevas audiencias, así como un mecanismo generador de nuevos ingresos a través de cursos, talleres, venta en línea, etc.”. Los museos son claves como elementos articuladores y cohesionadores de una economía local que parte de la institución y se despliega a proveedores de servicios, técnicos, etc.

En esa misma línea, Victoria Noorthoorn concordó en que “los museos generan un sistema productivo que se expande hacia la comunidad y tiene un efecto multiplicador. No solo es un espacio para el disfrute individual y para la cohesión social, sino que también es un factor económico fundamental que no podemos seguir ignorando”. Para Noorthoorn, esta pandemia puede implicar un punto de inflexión, el momento de entender definitivamente la relevancia de un sector, el museístico y cultural, que es un motor económico además de un gran agente de desarrollo y de transformación social que nos invita a repensar el futuro: “el museo es una casa que acoge, una casa que permite que artistas de las más variadas disciplinas y convicciones puedan buscar nuevas maneras para estar en el mundo, para pensar en un mundo más armónico, más justo y más sostenible. Apelo a poner en valor los museos como diamantes, como piedras que pueden irradiar una fuerza extraordinaria”.

Navegando por la plataforma

Si has llegado hasta aquí, solo nos queda invitarte a descubrir OPEN MUSEUM, a través de las tres secciones principales de la plataforma: Museos y COVID-19, Arte y Nuevas Tecnologías y Curaduría Digital. Te animamos también a colaborar y formar parte de nuestra comunidad de práctica a través del Foro de colaboración, un Blog y la sección de Webinars.

Una pista: te recomendamos comenzar leyendo el primero de nuestros artículos en el blog de OPEN MUSEUM, creado en colaboración con nuestros colegas del laboratorio tecnológico del BID (Tech Lab). En Nuevas Tecnologías para nuevas normalidades exploramos las diferentes opciones que aporta el mercado para digitalizar espacios físicos y virtualizar exposiciones, una de las primeras necesidades de cualquier institución cultural en el nuevo escenario marcado por la pandemia y el distanciamiento social. ¡Esperamos que te resulte informativo y útil!

Fuente: BID

Teléfonos inteligentes para ayudar al tratamiento del dengue


Con la cámara de cualquier teléfono inteligente se podría determinar, de manera precisa y a través del color de la orina, la severidad de la deshidratación de los pacientes con dengue para determinar los cuidados y tratamiento, afirmó un nuevo estudio.

Lucy Lum, una de las autoras del trabajo y profesora de pediatría de la Universidad de Malasia, dijo que mantener un correcto balance de los fluidos es clave en los casos de dengue y podría ser útil si los pacientes pueden enviar una foto de una muestra de orina para su diagnóstico. 

Cada año hay unas 400 millones de infecciones de dengue en el mundo y una pequeña proporción desarrolla síntomas severos hacia el día cuatro o cinco de la enfermedad. En América Latina, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), solo en los primeros cinco meses de 2020 se reportaron 1,6 millones de casos de dengue en la región.

“La mayoría de los casos fueron en Brasil (65 por ciento), seguido por Paraguay (14 por ciento), Bolivia (5 por ciento), Argentina (5 por ciento) y Colombia (3 por ciento)”, indica el reporte de la OPS. El acumulado para la década 2010-2019 fue de 16,2 millones para las Américas.

Los casos sospechosos de dengue son seguidos diariamente y el cambio hacia una orina oscura es considerado como un indicador de deshidratación.

El estudio, publicado este mes en la revista PLOS Neglected Tropical Diseases, utilizó el programa Adobe Photoshop para procesar imágenes de muestras de orina de 97 pacientes de entre 13 y 60 años tomadas con un teléfono inteligente convencional.

El proceso se realizó en una cabina que elimina luces de ambientes y otros factores, para descomponer el color de la orina en bandas de tonos rojo, verde y azul (RVA). Así se halló correlación entre la situación clínica de los pacientes con los índice de hidratación mostrados por laboratorio.

Abdul Muhaimin Azhar, coautor del estudio y profesor de medicina en la Universidad de Malasia, señaló que funciona con cualquier celular.

“La capacidad esencial del smartphone que se usó en el estudio es el sensor complementario semiconductor de óxido metal que convierte las imágenes a color en los componentes digitales con los valores RVA”, dijo a SciDev.Net. “En rigor, se trata de sensores que están en todas las cámaras digitales, incluyendo las de los teléfonos inteligentes”.

El estudio agrega que el teléfono equipado con un aplicación se puede vincular a los médicos del centro de atención sanitaria. Para los pacientes, la adecuada ingesta de líquidos en el hogar puede reducir significativamente el riesgo de internación y minimizar el impacto económico del dengue en los países que sufren la epidemia.

Dada la disponibilidad de los teléfonos, incluso en áreas rurales de difícil acceso, una aplicación que rastree la hidratación puede ser una herramienta valiosa para los pacientes tanto como para el personal médico, señalan los autores.

Leo Yee-Sin, directora ejecutiva del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur, dijo a SciDev.Net que aún existen barreras para el uso de la herramienta. “Primero, los usuarios deben tener una especie de cabina estandarizada para fotos, y además ser entrenados en el uso de la aplicación y en cómo vincularla al sistema de salud, entre otros aspectos”, dijo.

Los autores reconocieron las limitaciones del estudio, incluyendo el hecho de que no se controlaron los efectos de la dieta y la medicación sobre el color de la orina.

“El próximo paso es calibrar los teléfonos inteligentes para obtener valores adecuados de RVA bajo diferentes condiciones lumínicas”, dijo Lum. “Apuntamos a que cualquier persona en el mundo esté en condiciones de usar teléfonos inteligentes para capturar datos biométricos con la misma precisión que los ensayos de laboratorio”.

La posibilidad del análisis de orina con teléfonos inteligentes se suma a otras aplicaciones que buscan restringir la epidemia de dengue a través del instrumento tecnológico.

Por ejemplo, una aplicación de Costa Rica que se usa para denunciar estanques y otras áreas de agua donde los mosquitos portadores del dengue ponen sus huevos. U otra herramienta usada en Argentina que utiliza machine learning para predecir dónde habrá más ejemplares del vector.

Fuente: SciDev

martes, 29 de septiembre de 2020

Presentan servicio en línea para conocer tarifas de internet, cable y telefonía


El Ministro de Obras Públicas, Iván Arias, junto al director ejecutivo de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Carlos Aliaga, presentaron este lunes la nueva herramienta digital llamada Tarifas Online mediante la cual los usuarios podrán conocer los precios de las empresas de telecomunicaciones y transporte tanto terrestre como aéreo.

Tarifas Online, es una plataforma en la que las personas podrán ingresar desde la página del Ministerio de Obras Públicas y podrá ver todas las ofertas, paquetes tanto en internet, televisión por cable y telefonía celular, es más si tienen por ejemplo 200 bolivianos podrá ver quienes le pueden ofrecer el mejor servicio en base al rango de dinero que tiene”, dijo Arias.

Mientras que Aliaga explicó, “si la información es completa, comparable y oportuna la decisión que tomará el usuario será la correcta. Son más de 8.000 tarifas de internet y servicios de telecomunicaciones donde hay promociones, en transporte terrestre tenemos más de 30 tarifarios”.  

El director de la ATT explicó que todas las empresas están obligadas a comunicar sus tarifas y no hacer cambios en las misma antes de tener la aprobación de este ente regulador.

“Las subidas tarifarias sin aviso previo y sin justificación ya no serán posibles, porque nosotros como ATT, en línea y en tiempo real aprobaremos estas tarifas y las autorizaremos, para que el usuario esté protegido, para que tenga certezas y sepa el servicio que está tomando y no tenga variación”, dijo Aliaga.

En cuanto a los beneficios, el director de la ATT aclaró, “lo que buscamos como ATT es generar un escenario de competitividad entre operadores y eso beneficiará al usuario, ya que habrá una competencia entre empresas, y el resultado es que los usuarios tendrán mejores ofertas y tarifas”.

Fuente: Pagina 7

lunes, 28 de septiembre de 2020

Sáenz de Cabezón: Sin matemáticas estaríamos indefensos, seríamos manipulables


Aunque a muchas personas la simple mención de las matemáticas les genera pánico escénico, las matemáticas son una herramienta esencial para entender el mundo, interpretarlo y ejercer la ciudadanía de manera crítica. "Sin matemáticas estaríamos indefensos y seríamos fácilmente manipulables por las élites", advierte Eduardo Sáenz de Cabezón.

Este matemático, profesor universitario, presentador y youtuber, entre otras cosas, es también autor de "Apocalipsis matemático", un libro editado por Penguin Random House, que demuestra que las matemáticas pueden ser divertidas y grandiosas.

Pregunta: ¿Este libro es para todos los públicos?

Respuesta: El libro tiene muchos niveles. Habrá cosas que te entretendrán más y conceptos más difíciles. Lo aclaro en la introducción, no hace falta leerlo todo, ni seguido. Con las matemáticas tenemos muchas veces una sensación de impotencia y frustración como de que vamos a ser juzgados por nuestra habilidad para entenderlas y, todo lo contrario, este libro está pensado para tomárselo con calma, divertirse y jugar con los conceptos y con uno mismo.

P: ¿Por qué ese miedo a las matemáticas?

R: Casi todo viene de que las únicas matemáticas que conocemos son las de la asignatura que estudiamos en el colegio, y no son eso. Las mates de la escuela se restringen a operaciones y eso hace que no las veamos en contexto y pierdan el sentido. Dividir con decimales, hacer derivadas... ¿para qué? Las estudiamos fuera de contexto y, aunque eso está cambiando, todavía debe cambiar mucho más porque igual que para entender a Pérez Galdós estudiamos su vida, las matemáticas no son atemporales y cada resultado matemático tiene su contexto histórico, su razón y su pulso.

Además, centrarnos tanto en las operaciones nos provoca un pánico escénico terrible, miedo a fallar y a quedar frente a todos como el tonto de la clase. Ese pensamiento nos inhibe y nos produce un bloqueo. Las matemáticas hay que incrustarlas en un mundo de sentido y en contexto.

P: ¿Como lo que hizo Ángela Merkel para explicar a los alemanes cómo se contagia el coronavirus? ¿Nos falta ese uso práctico de las matemáticas?

R: Pues probablemente sí, y no creo que la enseñanza en matemáticas sea distinta en Alemania que aquí. Creo que es más una cuestión de actitud y de valoración social de las matemáticas y de la ciencia en general. Estos últimos meses hemos visto en los medios de comunicación mucha ciencia, muchas matemáticas aplicadas a explicar el avance de la pandemia. Estamos interpretando datos continuamente y se nos hace complicado a veces porque no tenemos esa costumbre, pero estamos aprendiendo a valorarlo más y a comprender que sin matemáticas sería muchísimo más complicado saber qué está pasando y entenderlo. No sabríamos qué pasa.

Esta pandemia es la demostración de que saber matemáticas, saber interpretar datos es una herramienta para ejercer la ciudadanía de forma crítica, porque si no sabemos interpretar los datos -que cada vez son más y más importantes- estaremos indefensos ante una élite que controla todo eso y lo puede usar de una forma y manipularnos más.

P: ¿Estamos perdiendo el miedo a las matemáticas? ¿Se están poniendo de moda?

R: La situación está cambiando mucho para las matemáticas. A nivel académico porque cada vez tienen más aplicaciones y más empleo -la carrera de Matemáticas tiene paro cero-. Y cada vez se normaliza más la conversación sobre matemáticas: A mi me alucina que cada vez haya más gente viendo el canal de YouTube o que cada vez se vendan más libros como el mío, y los medios de comunicación, casi todos, tienen ya una sección dedicada a las matemáticas. Creo que la situación está cambiando. Nos estamos dando cuenta de que saber interpretar datos y gráficas es importante.

P: ¿Me puede poner algún ejemplo que demuestre que las matemáticas molan?

R: En la historia de las matemáticas y de cómo hemos llegado a los conceptos matemáticos hay historias absolutamente preciosas de gente increíble y no solo de grandes genios, sino de todo un progreso cultural y humano por conquistar esta parte del conocimiento que es muy hermoso.

Y en aplicaciones curiosas, pues...¿qué sale más caro, pagar a escote o dividir la cuenta? pues se han hecho estudios y se ha visto que una de ellas es generalmente más cara que la otra, o ¿como elegir la fila más rápida en el supermercado? o saber cómo se calculan las curvas de la carretera para que no te estrelles, o cómo las matemáticas se pueden usar para manipular elecciones o para descubrir ese fraude.

P: ¿Con qué canal de divulgación se queda?

R: Yo empecé en esto de la divulgación en 2007, cuando me presenté en el concurso de monólogos científicos de Famelab. Después, en retrospectiva he visto que siempre se ha hecho una divulgación muy buena pero para una población con un cierto nivel cultural, con libros y programas que, salvo algunas excepciones como Félix Rodríguez de la Fuente, no llegaban al gran público. Sin embargo, ahora, las redes y canales de Youtube han permitido una visión de la ciencia mucho más popular y que no tiene el objeto de explicar los temas en profundidad, pero sí de despertar el interés. El éxito está en complementarse en todas las maneras de acercarse a la divulgación, la más culta y ésta más social. Las dos hacen falta.

Imagen: Cifras y teclas

Fuente: elDiario.es

¿Quiénes tuitean sobre investigaciones científicas? ¿y por qué?


Aunque Twitter es más conocido por su papel en el discurso político y cultural, también se ha convertido en una herramienta cada vez más vital para la comunicación científica. El registro de participación de los legos en las redes sociales se decodifica mediante un nuevo estudio publicado en la revista de acceso abierto PLOS Biology, donde investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Seattle, muestran que los usuarios de Twitter se pueden caracterizar con un detalle extremadamente fino y casi sin explotar: cómo se describen a sí mismos los seguidores de esos usuarios. Este estudio revela algunos patrones emocionantes y, en ocasiones, inquietantes sobre cómo se recibe y se difunde la investigación a través de las redes sociales.

Los científicos tuitean con franqueza sobre su investigación inédita no solo entre sí, sino también a una audiencia más amplia de legos comprometidos. Cuando los consumidores de ciencia de vanguardia tuitean o retuitean sobre estudios que les parecen interesantes, dejan un registro en tiempo real del impacto que la investigación financiada por los contribuyentes está teniendo dentro y fuera del ámbito académico.

El autor principal del estudio, Jedidiah Carlson de la Universidad de Washington, explica que cada usuario de una red social tenderá a conectarse con otros usuarios que comparten características similares (como ocupación, edad, raza, pasatiempos o ubicación geográfica), un concepto sociológico conocido formalmente como "homofilia en red". Al aprovechar la información incorporada en las redes más amplias de usuarios que tuitean sobre un artículo, Carlson y su coautora, Kelley Harris, pueden describir la audiencia total de cada artículo como una combinación de múltiples grupos de interés que podrían indicar el potencial del estudio para producir avances intelectuales así como impactos sociales, culturales, económicos o ambientales.

En lugar de clasificar a las personas en grupos burdos como "científicos" y "no científicos", que dependen de los usuarios de Twitter para describirse con precisión en las biografías de su plataforma, Carlson pudo segmentar con precisión a los "científicos" en sus disciplinas de investigación específicas (como la evolución biología o bioinformática), independientemente de si mencionaron estas subdisciplinas en sus biografías de Twitter.

La categoría más amplia de "no científicos" se puede segmentar automáticamente en una multitud de grupos, como defensores de la salud mental, amantes de los perros, desarrolladores de videojuegos, veganos, inversores de bitcoins, periodistas, grupos religiosos y distritos políticos. Sin embargo, Carlson advierte que estos indicadores de participación pública diversa pueden no siempre estar en línea con los objetivos previstos por los científicos.

Se encontró que cientos de artículos tenían audiencias en Twitter dominadas por teóricos de la conspiración, nacionalistas blancos o negacionistas de la ciencia. En casos extremos, estos sectores de audiencia comprendieron más de la mitad de todos los tuits que hacen referencia a un estudio determinado, lo que ilustra claramente el adagio de que la ciencia no existe en un vacío cultural o político.

Particularmente a la luz de la desenfrenada apropiación indebida y politización de la investigación científica a lo largo de la pandemia de COVID-19, Carlson espera que los resultados de su estudio puedan motivar a los científicos a vigilar más de cerca el pulso de las redes sociales que rodean sus publicaciones e intervenir en consecuencia para guiar a sus audiencias hacia un compromiso productivo y bien informado.

Imagen: Compostela 24 Horas

Fuente: Antropologia Urbana

sábado, 26 de septiembre de 2020

La sociedad del aprendizaje


Nuestro entorno cambia aceleradamente y el sistema educativo tiene que decidir qué se debe enseñar para que nuestros alumnos e hijos no se queden marginados socialmente, ni subdesarrollados personalmente. Los cambios van a estar basados, sobre todo, en la tecnología, y la educación tendrá que acomodarse a ellos y aprovecharlos. La nanotecnología, la ingeniería genética, las ciencias de la computación, la inteligencia artificial… van a cambiar nuestro modo de vivir y de pensar. Aceptarlo sumisamente supone ir a remolque de la tecnología, dejar que sea ella la que nos indique el camino. Pero rebelarse parece absurdo dadas las posibilidades que nos ofrece. Entiendo la palabra «tecnología» como contracción de otras dos: «técnica» e «ideología». No es la técnica, sino un modo de interpretar el mundo a través de la técnica. La naturaleza va quedando cada vez más lejana. Incluso los maíces que cultivo son ya híbridos de naturaleza y técnica. La minúscula mazorca original está muy lejos. De lo que ya se está hablando es de que los próximos humanos también van a estar muy lejos de la naturaleza humana original.

Si educamos en esa ideología, seremos incapaces de fomentar un pensamiento crítico capaz de evaluarla. Pero si no educamos en esa ideología estaremos haciéndolo para un mundo inexistente. Desde Silicon Valley, Vinod Khosla, cofundador de Sun Microsystems, defiende que el estudio de las tecnologías digitales es más importante que el de las humanidades. La razón que da parece contundente. «¿Debe un francés estudiar francés? Sí, porque vive en Francia. Pues si vivimos en un mundo computarizado, tendremos que estudiar computación». Lo explica con más detalle: «Aunque Jane Austen y Shakespeare puedan ser importantes, hay muchas otras cosas que son con mucho más relevantes para formar un ciudadano inteligente, que aprenda continuamente, y un ser humano más adaptable a un mundo cada vez más complejo, diverso y dinámico. Cuando la tasa de cambio es alta, necesitamos altas tasas de cambio en educación» (V. Khosla, Is majoring in liberal arts a mistake for students?). ¿Tenemos alguna respuesta que no sea puramente retórica a esa postergación de las humanidades? En la permanente carrera entre educación y tecnología, la tecnología está venciendo con claridad (C. Goldin y L. F. Katz, The Race between Education and Technology, Harvard University Press, Cambridge, 2009). Como expondré en los capítulos finales, no creo que este sea un destino inevitable. Sucederá si enfrentamos humanismo a tecnología, pero lo evitaremos si tenemos el suficiente talento para integrar la técnica en un humanismo más poderoso. Recuerden esta expresión: «humanismo de tercera generación», para reconocerla cuando vuelva a aparecer a lo largo de mi argumento. Entre tecnificar la humanidad o humanizar la tecnología, prefiero lo segundo, pero, como dice un refrán castellano, fruto de una experimentada inteligencia práctica, «una cosa es predicar y otra dar trigo». ¿Cómo podemos realizar esa utópica humanización de la técnica, sin perder su prodigiosa eficacia, ni abandonarnos a ella?

El momento histórico en que vivimos confiere a la educación un protagonismo nuevo y exigente. Hemos entrado en la sociedad del aprendizaje, regida por una ley implacable. «Toda persona, toda organización y toda sociedad, para sobrevivir, tiene que aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia el entorno. Y si quiere progresar, tendrá que hacerlo a más velocidad». Nosotros, docentes, padres o abuelos, también. Se impone la educación a lo largo de toda la vida. Pero no sabemos cómo hacerlo, ni quién lo va a hacer. Lo más probable es que sean las grandes empresas de informática, mucho más ágiles que los sistemas públicos de educación. Mientras estos discuten, como en el caso español, si son galgos o podencos, la liebre se escapa.

Es preciso ser conscientes de que las cosas han cambiado. Hasta ahora, los sistemas educativos habían sido meras correas de transmisión de la sociedad, que indicaba lo que había que trasferir de una generación a otra. Sin embargo, en este momento, la complejidad de la situación, la velocidad del cambio, la diversidad de mensajes, la incertidumbre generalizada, hacen que la sociedad no sepa con claridad lo que debe transmitir. ¿Debemos educar para lo que hay, para lo que es probable que haya o para lo que sería deseable que hubiera? Si todo el mundo está de acuerdo en que la mayor parte de los puestos de trabajo en que van a trabajar nuestros alumnos no están inventados todavía, ¿para qué futuro vamos a prepararlos? Después de muchos años afirmando que las democracias liberales eran la forma de gobierno más perfecta, comienzan a tomar fuerza las «democracias iliberales», autoritarias. ¿Debemos tomar partido en la escuela? Si se nos anuncia la aparición de un mundo transhumano o posthumano, ¿quién va a diseñar la educación necesaria? Miro a mi alrededor y no veo a quién preguntar. Ni políticos, ni padres, ni sacerdotes, ni empresarios, ni científicos, ni técnicos están capacitados para hacerlo, porque cada profesión tratará el asunto desde su punto de vista.

¿Y la psicología? En El bosque pedagógico fui muy crítico con la psicología y la pedagogía actuales. Las acusé de no proporcionar a la escuela modelos claros para orientar su actividad. Afirmé que no tienen una teoría potente sobre el aprendizaje y sobre la memoria, y que sin ella no podemos ni siquiera entender el fenómeno educativo. Más aún, carecen de una comprensión de la acción humana. Además, la imparable fragmentación de las teorías psicológicas impide la elaboración de un modelo de sujeto humano, con lo que a lo más que podemos aspirar es a educar competencias, habilidades, skills, inteligencias múltiples, perdiendo de vista que el objetivo de la educación es facilitar la formación de personalidades capaces de comportarse de una manera que consideramos individual y socialmente valiosa. Sin tener un modelo claro de la «arquitectura del sujeto» estamos favoreciendo una «pedagogía de la hamburguesa». Hemos troceado las facultades humanas y luego no sabemos cómo recomponerlas. Y, sin embargo, nuestra meta no es educar «inteligencias múltiples», sino una persona con competencias múltiples. Para nada sirve reclamar una «educación integral de la personalidad» —como hace incluso nuestra Constitución— si no sabemos en qué consiste, cómo se hace, cuáles son sus posibilidades y sus límites, y cómo debemos evaluarla. Los pensadores antiguos veían la necesidad de visiones integradoras. Hablaban, por ejemplo, de «sabiduría» como gran ciencia para dirigir la vida. Parece sensato aprender de tan sensatas propuestas. Es innegable que nuestros alumnos deben asimilar la cultura existente, pero también lo es que debemos educar personas capaces de prolongarla y mejorarla. No podemos darles un recetario de soluciones porque no las tenemos. Solo podemos fomentar en ellos el talento para que las encuentren. En la Biblia aparece un nombre que siempre me ha resultado sugerente: Benjamín. Significa: «el que pelea sus propias batallas». Un buen consejo educativo. No podemos pelear las batallas de nuestros hijos o alumnos. Tienen que hacerlo ellos.

Fuente: Ethic

viernes, 25 de septiembre de 2020

Qué son las proteínas de diseño, el santo grial de la ciencia actual


Con solo 20 aminoácidos la naturaleza ha creado combinaciones infinitas que dan como resultado los cimientos de la vida: las proteínas. La evolución empleó —literalmente— todo el tiempo del mundo para crear mezclas armoniosas de estas moléculas que hacen buena parte del trabajo por el cual funciona el cuerpo humano. Y ahora, gracias a décadas de investigación en biología molecular y a algunas sofisticaciones tecnológicas, la ciencia quiere imitarla.

Por ejemplo, CIEQSFTTLFACQTAAEIWRAFGYTVKIMVDNGNCRLHVC: 40 letras, una por cada aminoácido, que organizan las instrucciones para construir un dispositivo médico capaz de reconocer el virus de la gripe, aferrarse a él y desactivar la parte que emplea para penetrar en las células. Porque las proteínas, “máquinas moleculares capaces de construir, transformar e interactuar con otras moléculas”, como definió Matthew Hutson, periodista de ciencia, en The New Yorker, constituyen los anticuerpos que defienden las células contra los invasores.

Las proteínas también crean las hormonas, las mensajeras que regulan la fisiololgía y la conducta. Y las enzimas, que realizan las reacciones químicas necesarias para generar energía. Y la miosina, que permite la contracción de los músculos y participa en la división celular. Sin proteínas, esas cadenas de aminoácidos que se arman según las instrucciones del ADN, no existiría la humanidad. Y si se las lograse crear en laboratorio, por medio de ingeniería, sin dudas la cambiarían.

“Son las moléculas más sofisticadas del universo conocido”, dijo a la revista Neil King, bioquímico del Instituto de Diseño de Proteínas (IPD) de la Universidad de Washington. Por su eficiencia, su refinamiento y su sutileza, superan casi todo lo que los seres humanos pueden construir".

Para la mirada inocente, estas largas cadenas de aminoácidos parecen azarosas; sin embargo, el ojo científico puede comprender la coreografía, los pliegues que repiten formas 3D idénticas, según un saber genético que pasa de célula a célula. Y que hoy los bioquímicos quieren imitar para “diseñar proteínas que combatan infecciones, produzcan biocombustibles y mejoren la estabilidad de los alimentos”, ilustró Hutson.

Pero el diseño de proteínas de cero “ha sido el santo grial de la ciencia desde hace décadas”, dijo el bioquímico Sarel Fleishman, del Instituto de Ciencias Weizmann, de Israel. “Las proteínas de diseño podrían ayudarnos a curar enfermedades, a construir nuevos tipos de materiales y de electrónicos, a limpiar el medio ambiente, a crear y a transformar la vida misma”.

La ingeniera química Frances Arnold, del Instituto de Tecnología de California (CIT), compartió el premio Nobel en 2018 por su trabajo en diseño de proteínas. Ella está enamorada del potencial de su campo de investigación: “Durante miles de millones de años la naturaleza ha descubierto cómo extraer recursos del medio ambiente —luz solar, dióxido de carbono— y convertirlos en máquinas vivas, funcionales. Eso es lo que queremos hacer, y hacerlo de forma sostenible, ¿verdad? Hacerlo de manera que la vida pueda continuar".

Pero quizá el científico que parece más cerca de encontrar el grial es David Baker, un bioquímico de 57 años, formado en el laboratorio de otro premio Nobel, Randy Schekman, en la Universidad de California en Berkeley, fundador del IPD en la Universidad de Washington, con una experiencia de décadas en la materia. “Estamos tratando de cambiar la forma de trabajar con la tecnología y la ingeniería a escala molecular en biología”, explicó.

Hasta ahora la ingeniería biológica ha operado mediante “pequeñas modificaciones a lo que encontramos en la naturaleza”, explicó, “o bien se hacen colecciones completamente aleatorias de moléculas y se seleccionan las que parecen útiles”. Pero el objetivo es "poder crear moléculas nuevas y útiles mediante el diseño de primer principio”, es decir, de cero: de principios que no admiten demostración a partir de otros más básicos.

Para diseñar una proteína conviene tener primero una idea de las partes que se emplean en su construcción, “el equivalente molecular de cables, motores, bisagras y pernos”, comparó The New Yorker.

“También hace falta entender cómo se ensamblan las piezas —siguió el artículo de Hutson—. Los componentes de una proteína no se fabrican por separado y luego se encajan. En cambio, surgen como una cadena que se pliega, más o menos instantáneamente, en una forma compleja. Varias fuerzas crean la forma en que las proteínas se pliegan”. La hidrofobia, por ejemplo: algunos aminoácidos detestan el agua y terminan enterrados, en el interior de la proteína, con el resto de los pliegues encima de ellos. Otros átomos, según su polaridad, se atraen y repelen como imanes; y los de hidrógeno se adhieren con fuerza a otros elementos.

Esas formas son tan difíciles de predecir que los investigadores hablan sobre “el problema del plegado” de las proteínas. En el universo natural, cada partícula interactúa con otra simultáneamente; pero en los cálculos humanos, sean manuales o computarizados, los procesos son secuenciales, y eso hace muy difícil simular el plegado.

El software más sofisticado para hacerlo se llama Rosetta y Baker comenzó a escribirlo, con colegas, en 1996. “Parece una mezcla de video game con un entorno de programación, que muestra imágenes de proteínas en algunas ventanas y largos códigos en otras”, según el texto. Es de fuente abierta y corre sobre numerosas plataformas; actualmente lo emplean cientos de laboratorios académicos y empresas en el mundo. Es una obra de colaboración que ya tiene millones de líneas y que, si bien tiene una obvia aplicación comercial, es gratuita.

De Rosetta surgió CIEQSFTTLFACQTAAEIWRAFGYTVKIMVDNGNCRLHVC, la proteína antigripal, que se presentó en sociedad en 2017, en un artículo que publicó Nature. “El proceso también se utilizó para diseñar Neo-2/15, un fármaco contra el cáncer que Baker realizó en su laboratorio y que desarrolla la empresa Neoleukin”, continuó Hutson. “Neo-2/15, el diseño de proteína de cero que hoy se halla más cerca de la comercialización, es una nueva versión de una molécula de señalización interleucina-2 (IL-2), que el sistema inmunológico crea naturalmente. La IL-2 se adhiere a los receptores de los glóbulos blancos y aumenta su respuesta”.

Si bien algunos enfermos de cáncer se pueden beneficiar de una dosis alta de IL-2, por ahora el tratamiento conlleva riesgos como una respuesta tóxica del organismo. Los investigadores trabajan todavía en esta nueva versión para que se una solamente a receptores no tóxicos: en 2019 Baker y sus colaboradores lograron un diseño que ha tratado con éxito el cáncer de piel y de colon en ratones.

También en 2019 el laboratorio de Neil King en el IPD produjo una vacuna: una nano partícula sólida de veinte lados (un icosaedro) revestida con proteínas del virus sincitial respiratorio, la segunda causa de muerte en la infancia detrás de la malaria. El diseño de cero derivó en una empresa, Icosavax, que continúa con el desarrollo de la vacuna. King trabaja además con el Instituto Nacional de Salud (NIH) de los Estados Unidos para usar la misma tecnología en una vacuna universal contra la gripe.

También busca una vacuna contra el COVID-19, y está por publicar un estudio —lo ha sacado como pre-impreso, pendiente de la revisión de sus pares académicos— sobre sus primeros resultados en experimentos con ratones. Tras vacunar a los animales con una nano partícula de proteína de ensamblado autónomo, “en la que se habían incrustado sesenta copias de la parte clave de la proteína de punta del coronavirus”, los ratones produjeron “diez veces más anticuerpos de los que habían fabricado cuando se les administró una vacuna que contenía sólo proteínas de punta”. King observó que, además, los anticuerpos creados en respuesta a la nanopartícula “eran más potentes: se dirigían a múltiples puntos de la proteína de punta” del SARS-CoV-2.

Dada la importancia del campo del diseño de proteínas, se ensaya también con otros recursos. “Personalmente creo que el futuro no vendrá de la mano de Rosetta sino del aprendizaje de máquinas”, dijo la premio Nobel Arnold a The New Yorker. Durante una década la experta diseñó proteínas mediante métodos como la evolución dirigida y la selección de los grupos más promisorios de mutaciones, pero ahora entrena herramientas de inteligencia artificial para que lo hagan en su lugar. Baker, por su parte, trabaja con redes neuronales; hace poco, agregó, su laboratorio “logró generar estructuras nuevas de proteínas, que lucen bastante convincentes, utilizando modelos de generación de aprendizaje profundo”.

Acaso el fin de la pandemia, como la cura de las enfermedades y muchas otras transformaciones de la vida humana, surja de alguna de esas combinaciones. “Arnold señaló que las proteínas, a diferencia de los aviones, los puentes y otros artefactos de ingeniería, son maleables casi al infinito”, subrayó Hutson. "Esta característica especial de las proteínas hace que sean un ámbito para la ingeniería en el cual todas estas herramientas se pueden unir en sinergia”, dijo. “Por eso me entusiasma tanto y por eso me encanta lo que hace David Baker: porque todas estas herramientas necesitan unirse. Y, cuando lo hagan, nuestras capacidades para diseñar el mundo biológico se van a disparar”.

Fuente: Infobae

jueves, 24 de septiembre de 2020

LEO 2020: la transformación digital es clave para acelerar la recuperación y garantizar una mejor reconstrucción


La transformación digital puede ayudar a la región de América Latina y el Caribe (ALC) a recuperarse más rápido de la crisis de COVID-19, según la publicación Perspectivas económicas de América Latina (LEO, por sus siglas en inglés) 2020: Transformación digital para una mejor reconstrucción.

El informe LEO es una publicación anual conjunta producida por el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Europea.

“El LEO 2020 es un informe muy oportuno. Ayudará a fomentar el diálogo en los países de ALC y con la comunidad internacional sobre cómo podemos aprovechar al máximo la transformación digital en el contexto actual de crisis de COVID-19 ”, mencionó Iván Duque Márquez, Presidente de la República de Colombia.

El informe LEO 2020 documenta el dramático impacto de la pandemia en los más vulnerables y marginados. Las microempresas se han visto especialmente afectadas: es probable que 2.7 millones de ellas cierren, lo que implica la pérdida de 8.5 millones de puestos de trabajo. Al entrar en esta crisis, el 40% de los trabajadores en las economías de ALC no tenían acceso a ninguna forma de protección social y el 60% trabaja de manera informal.

“Esperamos que más de 45 millones de personas adicionales caigan en la pobreza. La crisis socioeconómica hace que un nuevo modelo de desarrollo sea más urgente que nunca. La digitalización podría ser una herramienta poderosa para superar los desafíos estructurales de la región, solo si se considera como una vía integral para impulsar un cambio estructural progresivo, a través de políticas de generación de nuevos sectores, empleos de calidad, desarrollo de capacidades e innovación”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL

“La crisis ha creado las oportunidades para avanzar en las reformas necesarias que pueden ayudar a difundir los beneficios de la transformación digital para lograr un crecimiento incluyente y sostenible. También destaca la urgente necesidad de cerrar las brechas digitales entre territorios, familias, estudiantes, trabajadores y empresas”, dijo Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.

Según el LEO 2020, la crisis está exacerbando una serie de desafíos estructurales interrelacionados, que incluyen una alta desigualdad e informalidad, baja productividad y servicios e instituciones públicos deficientes.

La buena noticia es que la transformación digital puede ayudar a las economías de ALC a salir de la crisis estimulando la innovación empresarial y nuevos modelos de consumo, transformando los sistemas de producción y las cadenas de valor, reorganizando los sectores económicos e introduciendo nuevas condiciones de competitividad. Las herramientas digitales también pueden contribuir a un mejor acceso a los servicios públicos, incluida la salud y la educación. Por último, pueden ayudar a mejorar la gobernanza, situando los ciudadanos en el centro de las políticas públicas.

Como señaló la comisaria de la Unión Europea para Alianzas Internacionales, Jutta Urpilainen, “La transformación digital presenta a la UE y América Latina y el Caribe una oportunidad para idear juntos soluciones innovadoras y abordar desafíos estructurales. Una oportunidad también para abordar las desigualdades desde ya. El mercado único digital de la Unión Europea es un ejemplo de cómo la integración digital puede centrarse en incluir a los ciudadanos y apoyar a las empresas. Pero no debemos olvidar que para beneficiarnos, el acceso es imprescindible”.

“La transformación digital ofrece una oportunidad única para impulsar la productividad y brindar mejores servicios públicos en América Latina y el Caribe. Con Covid-19, la región ha acelerado sus procesos digitales, pero aún queda un largo camino para cerrar la brecha con las economías avanzadas”, agregó Luis Carranza, Presidente Ejecutivo de CAF.

Sin embargo, el informe advierte de un camino difícil por delante. El acceso a Internet, en particular, está lejos de ser universal: en 2018, el 68% de la población de ALC lo usó regularmente, casi el doble de la proporción en 2010, pero muy por debajo del promedio de la OCDE de 84%. Además, mientras que el 75% de la población más rica de América Latina usa Internet, solo el 37% de la población más pobre lo hace. La diferencia entre ricos y pobres es mucho mayor (casi 40 puntos porcentuales) en ALC que en los países de la OCDE (menos de 25 puntos porcentuales). La transformación digital viene con grandes desafíos, con más del 20% de los trabajos en algunos países que probablemente se sometan a algún tipo de automatización. Por lo tanto, la región necesita nuevas inversiones masivas en educación y capacitación para equipar a los trabajadores con las habilidades digitales necesarias.

La edición 2020 de LEO describe una serie de recomendaciones de políticas públicas para coordinar las múltiples agendas digitales que proliferan en los países de ALC y destaca la importancia de vincularlas con Planes Nacionales de Desarrollo (PND), 16 de los cuales se analizan en el informe. Responsabilidades claras y la implementación adecuada son cruciales para el éxito de estas agendas. El informe también destaca que para aprovechar al máximo la transformación digital a nivel local, nacional e internacional, es necesario renovar las alianzas internacionales.  Por ejemplo, gravar la economía digitalizada de manera eficaz y justa, requiere una sólida cooperación internacional. De manera similar, a través de una cooperación regional más efectiva, los países de ALC podrían fortalecer sus capacidades digitales nacionales.

Fuente: CAF

miércoles, 23 de septiembre de 2020

El impacto medioambiental de la sociedad de la información


Las tecnologías de la información y la comunicación juegan un papel fundamental en nuestra sociedad, prueba de ello es su gran expansión: mientras en los últimos 50 años la población mundial se ha duplicado, el consumo de dispositivos electrónicos se ha multiplicado por 6 en ese mismo período de tiempo.

Los beneficios de esta revolución tecnológica son claros, sobre todo en la actualidad: la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha acelerado y consolidado la digitalización de la sociedad.

No obstante, la tecnología no es neutral. Su diseño, la obtención de materias primas para su fabricación, su uso y posterior desecho tienen un grave impacto medioambiental y humano que necesita de nuestra atención para fomentar un consumo sostenible de las pantallas.

Diseño y obsolescencia programada

El impacto medioambiental de los dispositivos electrónicos comienza con su diseño. Este tiende a favorecer la obsolescencia programada, que reduce artificialmente la vida útil de los aparatos con la finalidad de fomentar el consumo. La bombilla eléctrica es el primer caso documentado de aplicación de esta estrategia. En el terreno de los canales de información, Motorola fue pionera en los años 50 al fabricar una de las primeras radios portátiles irreparables.

La obsolescencia planificada ha encontrado en las tecnologías de la comunicación un desarrollo sin igual durante el siglo XXI: en los países desarrollados, el ciclo de vida de un teléfono inteligente se sitúa entre los 18 meses y los 2 años. Esto significa que cada 24 meses 2 800 millones de personas cambian de móvil.

Los ordenadores portátiles y de sobremesa, rúteres, videoconsolas y equipos de televisión pertenecen también a la categoría de productos electrónicos con mayor tasa de reposición.

Extracción de materias primas y fabricación

La producción de las tecnologías de la comunicación está asociada con los llamados minerales de sangre o de conflicto, ya que su explotación sirve para financiar grupos armados. La República Democrática del Congo es un ejemplo ilustrativo de esta problemática.

En 2017, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea aprobaron un reglamento que entra en vigor en el año 2021 para impedir el acceso de minerales de sangre en la UE. Una medida importante, aunque considerada insuficiente porque se aplica sólo a materias primas y no a productos acabados.

La fabricación de los dispositivos es un proceso complejo que requiere toneladas de agua, químicos y combustible. Por ejemplo, para producir un ordenador de mesa se necesitarían 240 kilos de combustibles, 22 kilos de productos químicos y 1500 litros de agua, casi la misma cantidad de recursos necesarios para fabricar un automóvil. Por otro lado, un equipo informático demanda la utilización de más de 1 000 materiales, muchos de ellos tóxicos.

Unido al impacto medioambiental de la producción de los dispositivos está el humano. Diversas organizaciones han denunciado condiciones laborales abusivas, así como graves riesgos para la salud derivados del manejo de materiales peligrosos sin los equipos de protección correspondientes.

Consumo de las pantallas

El investigador Jörg Becker afirma que sin el uso de internet, Alemania podría ahorrarse el funcionamiento de dos centrales nucleares.

Aunque la creciente digitalización de diversos aspectos de la vida en sociedad es considerada como un proceso beneficioso para el medioambiente, el desarrollo de aplicaciones para las tecnologías de la comunicación y la construcción y funcionamiento de la infraestructura necesaria para su ejecución genera un fuerte consumo energético.

Los dispositivos electrónicos son responsables del 4 % de la emisión de gases de efecto invernadero. En 2025 esta cifra podría situarse en el 8 %. Con la actual tasa de crecimiento, la huella global de carbono de estas tecnologías representaría el 14 % en 2040.

El tráfico de datos supone más de la mitad del impacto medioambiental global de la tecnología digital: representa un 55 % de su consumo energético cada año, con una tasa de crecimiento anual del 25 %. Por ejemplo, en 2018 la visualización de vídeos en internet generó más de 300 toneladas de CO₂ y se estima que plataformas como Netflix y Amazon Prime produjeron tantas emisiones de gases de efecto invernadero como el conjunto de Chile.

Una razón importante para explicar esta fuerte demanda energética son los centros de datos, necesarios para almacenar y transmitir la información, que todavía dependen en buena medida de combustibles fósiles. En Madrid (España), el mayor centro de datos de la región consume tanta energía como una población de 200 000 habitantes.

La basura electrónica

Los residuos electrónicos, consecuencia del consumo desbordante de todo tipo de dispositivos, contienen sustancias tóxicas que sin un tratamiento adecuado pueden ser peligrosas.

De media, se calcula que cada persona genera 6 kg de basura electrónica al año. En 2018 se produjeron mundialmente 44,7 millones de toneladas métricas de este tipo de basura. De ellas, solo un 20 % fue reciclada correctamente. Ese mismo año, se arrojaron 1,7 millones de toneladas de residuos electrónicos junto a desechos orgánicos.

Entre el 50 % y el 80 % de la basura electrónica es exportada ilegalmente a países empobrecidos, habitualmente como ayuda internacional o como bienes usados. La mayoría acaba en vertederos ilegales como Agbogbloshie en Ghana o Guiyu en China.

Una invitación a la reflexión

En síntesis, aunque los beneficios de las nuevas tecnologías son indiscutibles, necesitamos impulsar un consumo reflexivo y crítico. Debemos ser conscientes de la cantidad y la ubicuidad que las pantallas han ido adquiriendo en nuestra vida cotidiana y tomar conciencia sobre su impacto medioambiental y socioeconómico.

Como podemos observar cada día con mayor evidencia, la digitalización tiene una cara que se aleja de la aparente inocencia de los nombres utilizados para referirse a muchas de sus aplicaciones tales como el concepto de nube. La sostenibilidad del entorno digital es un requisito imprescindible para avanzar hacia un equilibrio ecológico y social.

Fuente: The Conversation

martes, 22 de septiembre de 2020

El confinamiento y las 3 brechas digitales

¿Qué es la brecha digital? ¿Qué tipos de brechas digitales existen? ¿Cómo debemos hacerles frente? ¡El Visitante Digital lo resume en este artículo tan ilustrativo!

Estos meses en confinamiento debido a la pandemia de la Covid-19 han provocado que todas las escuelas, de todos los niveles educativos, desde infantil a la universidad, hayan tenido que lanzarse a practicar la docencia virtual de forma urgente. Durante estos meses del final del curso 2019-20 y, sobretodo, una vez terminado, se ha hablado mucho de brecha digital en el contexto de educación.

Cuando se habla de brecha digital, normalmente se tiene en cuenta la brecha digital de acceso, con casos como:
  • Andrea, alumna de 1º de la ESO, vive en un barrio obrero de una gran ciudad y no tiene ordenador en casa. Tampoco wifi, en su familia no se lo pueden permitir. Ella y sus dos hermanos tienen que conectarse a través del móvil de sus padres, que están en paro. 
  • Carlos (3º ESO) y su madre María (profesora de su mismo instituto) viven en las afueras de un pequeño pueblo. En su casa no llega la fibra y se conectan a través de un radioenlace a 3Mbps. Prácticamente no pueden hacer una videoconferencia y no pueden trabajar a la vez.
Estos dos ejemplos de limitaciones de acceso, de alumnos sin ordenador por problemas socioeconómicos o alumnos o profesores desconectados por vivir fuera de núcleos urbanos, se solucionarían con más recursos, más dispositivos (compra, alquiler, préstamo) o infraestructuras.

Sin embargo, no podemos olvidarnos de otras situaciones que también son brecha digital y que pueden resultar familiares:
  • Álvaro tiene 58 años, es profesor de Lengua y pràcticamente no sabe usar el ordenador o internet sin ayuda, aunque en casa tiene un portátil que le compró su hijo. Álvaro ha tenido problemas para hacer videoconferencias con sus alumnos de secundaria. Desconoce que se pueden hacer otras cosas además de dar lección “de toda la vida” por videoconferencia. No sabe compartir presentaciones ni cómo fomentar la participación online. No entiende por qué se aburren tanto los alumnos que se conectan y por qué apagan la cámara y el sonido.
Esta es la típica brecha digital generacional. Pasa con profes y pasa con padres que no saben conectar la webcam de su hijo de 3º de primaria, que hoy tenía un encuentro con los compañeros de clase y se la ha perdido.

Podemos pensar que las generaciones más jóvenes ya no tienen este problema. Pero la realidad es que no es un tema solamente generacional. La tercera brecha es la brecha digital de calidad de uso de las TIC.
  • Pol, alumno de 2º de ESO es Instagramer y tiene miles de seguidores. Con su amigo Rafa juegan a Fornite muy a menudo. Sin embargo, estos meses han visto que tienen problemas para trabajar colaborativamente en la nube y no se han planteado nunca cómo hacer copias de seguridad de sus fotos ni cómo gestionar sus contraseñas.   
El hecho de ser habil con Internet no implica saber usar la tecnología de forma “sabia” para conseguir beneficios sociales, culturales, económicos o políticos (desde enseñar, aprender, saber cómo no caer en el phishing, saber relacionarse con la administración online o saber cómo resolver un problema tecnológico con el ordenador). Esta brecha la pueden sufrir también alumnos supuestamente nativos digitales de la generación Z o profesores millenials.

De las tres brechas digitales que hemos visto, la primera se la tiene que atacar con recursos y es muy importante. Pero solamente con wifi u ordenadores no se solucionan las otras dos, que necesitan un esfuerzo importante de capacitación de la ciudadanía en competencias digitales. No debemos olvidarlo.

Fuente: El Blog de Educación y TIC

Los 'neuroderechos' o cómo protegernos de que lean y manipulen nuestro cerebro

Genera inversiones gigantescas y ya es una carrera mundial que se juega también en el tablero de la geopolítica. No es para menos. Se trata de descifrar la mente humana para, entre otras cosas, entender las enfermedades mentales y neurológicas. Y ahí también hay un mercado en juego. La neurotecnología es probablemente la última frontera del conocimiento humano. A su desarrollo se dedica el neurobiólogo español Rafael Yuste, catedrático de la universidad de Columbia, en Estados Unidos, y uno de los impulsores del proyecto Brain, que la administración Obama puso en marcha para investigar cómo funciona nuestro cerebro.

 “Nos queda muchísimo por conocer. Hemos entendido cómo se construye una neurona, pero lo que no entendemos es qué ocurre cuando se conectan entre sí. No tenemos una teoría general de cómo funciona el cerebro, [pero] la ciencia llegará a conocerlo”, admite el neurobiólogo en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso.

La neurotecnología abrirá un nuevo campo en la economía. Por eso empresas como Microsoft, Google o Apple se han lanzado al estudio de la mente humana. También Neuralink, el proyecto presentado recientemente por Elon Musk, fundador de Tesla, que pretende conectar el cerebro a un ordenador y que, ha puesto sobre la mesa, a ojos de Rafael Yuste, la necesidad de establecer reglas éticas para que esta tecnología se utilice en beneficio de la sociedad. “Esta revolución nos puede cambiar el concepto del ser humano y tenemos que estar preparados para cuando llegue”, asegura. 

Neuroderechos

La neurotecnología puede suponer una transformación en el tratamiento de las enfermedades mentales, pero también conlleva grandes riesgos. Por eso el neurobiólogo considera necesario regular los neuroderechos, “nuevos derechos humanos que protegen a la ciudadanía de los abusos potenciales de estas tecnologías, es decir, la lectura y escritura de nuestra propia mente”.

Uno de esos neuroderechos debería contemplar que todos tengamos la oportunidad de acceder a esta nueva tecnología. “Tenemos la obligación de hacerlo de una manera justa y equitativa para toda la población”, afirma Yuste, que además señala que España y la Unión Europa tienen ahora un gran oportunidad de liderar esta regulación ética, ahora que el viejo continente se ha quedado atrás en la carrera por el desarrollo de este tipo de tecnología.

Imagen: Radio Duna

Fuente: Rtve

lunes, 21 de septiembre de 2020

Cuatro elementos de la tecnología para superar la crisis de aprendizaje de matemáticas

América Latina enfrenta dos crisis: una de fondo y una urgente. Partamos por la de fondo: nuestra educación en matemáticas está fallando, precisamente, cuando necesitamos profesionales capaces de analizar datos y programar para la tecnología de mañana. Los estudiantes de 15 años de edad en la región están rezagados en cerca de dos años en su aprendizaje en comparación con sus pares en países desarrollados, de acuerdo a datos de la prueba internacional PISA.

A la crisis de fondo se suma una urgente.

En marzo, muchas escuelas cerraron sus puertas por la pandemia de covid-19 y más de 165 millones de estudiantes en América Latina tuvieron que aprender desde sus casas. Los países lanzaron iniciativas de enseñanza remota de emergencia, haciendo uso de plataformas en línea, televisión y radio. Ahora, la región se prepara para la reapertura de las escuelas pero, dada la situación sanitaria, muchos estudiantes seguirán aprendiendo de forma virtual o bajo un modelo hibrido que combine aprendizaje tanto en la casa como el hogar. ¿Cómo podemos usar la tecnología mejor para asegurar los aprendizajes de los estudiantes?

Nuestro nuevo libro Aprender matemática en el siglo XXI: a sumar con tecnología, sugiere algunas pistas. La primera tiene que ver con la materia que se enseña. Tradicionalmente, el aprendizaje de matemáticas ha priorizado la mecánica memorización de fórmulas y su aplicación. En cambio, en los tiempos actuales los expertos recomiendan enfatizar la resolución de problemas reales, donde los estudiantes analizan y comprenden una situación y generan una respuesta con base en operaciones matemáticas diversas. Por ejemplo, se le pide a un estudiante que calcule el presupuesto necesario para poner un nuevo piso en la cocina de su casa, lo que requiere tomar medidas, hacer un cálculo de área y luego usar el concepto de proporcionalidad para estimar el coste. Muchos estudiantes tienen problemas en realizar esta transición. En algunos casos, estas limitaciones tienen que ver con la formación que han recibido los docentes, los cuales han aprendido matemáticas usando métodos tradicionales que ya van quedando en desuso en los países desarrollados.

La segunda pista está vinculada con cómo se usa la tecnología para fortalecer el aprendizaje. Varios países de la región realizaron inversiones muy significativas en tecnología en el pasado, pero los resultados no han sido los esperados. La simple entrega de computadoras o Internet sin guías claras respecto a cómo se deben usar estos recursos generan resultados en aprendizaje limitados. La recomendación es guiar el uso de los recursos tecnológicos de forma clara y específica. Por ejemplo, se puede instalar un laboratorio de computación en una escuela y definir claramente cómo los estudiantes lo usarán, qué software utilizarán y para qué materia.

La tercera pista es que no solo hay que guiar, sino que hay que hacerlo bien. Esto quiere decir: usar la tecnología para aprovechar sus ventajas comparativas. Como ejemplo, pensemos que la retroalimentación es un elemento clave en el aprendizaje para que los estudiantes reconozcan sus errores y puedan aprender de los mismos. Ofrecer retroalimentación rápida y pertinente a cada estudiante es difícil para docentes sobrecargados de trabajo. Las plataformas de aprendizaje que monitorean y dan seguimiento al progreso de los estudiantes permiten automatizar esta tarea.

La cuarta pista es apoyar a los docentes con programas de tecnología. Esto incluye la provisión de tecnología e Internet. También incluye el uso de plataformas para el aprendizaje y de recursos para que los docentes pueden facilitar el proceso de adaptación de estas herramientas por parte de sus estudiantes. Hay varias maneras de lograrlo, pero la idea es priorizar el aprendizaje entre pares más que capacitaciones teóricas y generales para cambiar el comportamiento de los docentes en el aula.

En el libro presentamos algunos ejemplos en Colombia, Chile y Estados Unidos que han funcionado. Aprovechan de distintas formas las ventajas de la tecnología como la retroalimentación explicada anteriormente, pero también la gamificación, es decir, el trabajo pedagógico que usa elementos del juego, y el trabajo en equipo entre estudiantes o la instrucción diferenciada. En Chile tienen un programa exitoso llamado ConectaIdeas que incluye torneos de matemáticas entre colegios, como si fueran partidos de fútbol.

Usar la tecnología de forma efectiva es crucial dados los ambiciosos planes de muchos gobiernos de acelerar la provisión de recursos tecnológicos e Internet para sus estudiantes. Hacerlo bien no solo nos facilitará enfrentar la emergencia educativa en América Latina, sino también permitirá que millones de jóvenes de esta región estén preparados para los desafíos y las oportunidades del siglo XXI. Haciendo esto estaremos acabando dos crisis de una.

Fuente: Revista de Prensa

sábado, 19 de septiembre de 2020

Google y la FAO presentan una nueva herramienta de macrodatos para todos

Gracias a la nueva herramienta desarrollada por Google y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), todas las personas podrán acceder, en todo momento y desde cualquier lugar, a mapas multidimensionales y estadísticas sobre las principales tendencias ambientales y climáticas.

Earth Map es una herramienta innovadora y gratuita basada en Internet que, con tan solo unos pocos clics, ofrece conocimientos analíticos objetivos, eficaces, rápidos y asequibles, procedentes de satélites y del amplio acervo de la FAO de datos de interés para la agricultura. Además, se ha diseñado como refuerzo e integración sinérgica de la plataforma geoespacial unificada de la Iniciativa Mano a Mano de la FAO, una herramienta más completa que permite a los Miembros, sus asociados y los donantes buscar y ejecutar iniciativas de desarrollo rural muy focalizadas con diferentes objetivos, desde la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos hasta la resiliencia socioeconómica.

Earth Map es la continuación de la exitosa plataforma Collect Earth, desarrollada en colaboración con Google como parte del conjunto de instrumentos OpenForis de la FAO, que ya ha demostrado su utilidad en las evaluaciones forestales, las evaluaciones de la cubierta vegetal y la formulación y ejecución de proyectos.

"Estoy convencido de que conseguiremos transformar nuestros sistemas alimentarios para dar de comer al mundo gracias a la agricultura digital", afirmó QU Dongyu, Director General de la FAO. "Tenemos que hacer que las tecnologías digitales sean accesibles para todos."

Earth Map facilita conjuntos de datos geoespaciales e imágenes desde un satélite en tiempo cuasi-real y multitemporales en los que se basa Google Earth Engine y los completa con más funcionalidades analíticas a escala planetaria, a fin de permitir la detección, la cuantificación y el seguimiento de los cambios y las tendencias en la superficie terrestre. Para utilizar estas funciones, los usuarios no necesitan dominar sofisticadas técnicas de codificación, lo que mitiga los cuellos de botella relacionados con las capacidades técnicas de los países en desarrollo y, en última instancia, simplifica la contribución y el acceso de los pequeños productores al conocimiento crítico como sustento de sus medios de vida.

"En un momento de grandes desafíos ambientales y sociales, trabajamos para que, con los productos de Google, todos los países disfruten de acceso igualitario a las últimas tecnologías de apoyo a la acción climática mundial y el desarrollo sostenible", afirmó Rebeca Moore, directora de Google Earth. "La FAO sabe qué información se necesita, nosotros estamos especializados en accesibilidad de la información, y juntos estamos comprometidos con estimular la resiliencia de las personas y las comunidades de todo el mundo."

La asociación

Google y la FAO iniciaron su asociación en 2015 con la firma de un acuerdo en paralelo al Acuerdo de París. Al principio, la labor se centró en las técnicas de cartografía de la cubierta forestal y la superficie cultivada, y actualmente se está ampliando con rapidez a la conservación de la biodiversidad, el control de plagas y la gestión de los recursos hídricos, entre otros ámbitos.

"Los productos de Earth Map están adaptados a las necesidades de los usuarios y se pueden utilizar como ‘paneles de control' y como mapas", señala la Sra. Moore. Más de 50 países se han beneficiado de las herramientas de la FAO y Google, y la Organización ya hace uso de esta tecnología para preparar y supervisar diferentes proyectos, como por ejemplo en Armenia, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Myanmar, el Pakistán, Filipinas y Uzbekistán, y para ayudar a los Miembros a solicitar subvenciones de diferentes entidades, como el Fondo Verde para el Clima y el Banco Mundial.

Apoyándose en la financiación de la Iniciativa Internacional para el Clima del Ministerio Federal para Medio Ambiente, Seguridad Nuclear y Preservación de la Naturaleza de Alemania, Earth Map ofrece una gran variedad de datos, desde temperatura a precipitaciones, población, vegetación, evapotranspiración, elevación y suelo.

Gracias a las capacidades en tiempo real y a la actualización constante de la herramienta, estos datos resultan especialmente útiles para los colaboradores de Mano a Mano, una iniciativa de la FAO basada en pruebas y dirigida y controlada por los países cuyo objetivo es acelerar la transformación agrícola y el desarrollo rural sostenible.

La nueva herramienta también pone de relieve la manera en que la FAO está convirtiendo su función de propietario de los datos en una función de distribución de la custodia a fin de maximizar su uso provechoso. "Por este motivo los macrodatos son macro, y por este motivo también las alianzas cobrarán cada vez mayor protagonismo en el camino hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", afirmó Maximo Torero, Economista Jefe de la FAO.

Utilización de Earth Map

Recientemente se puso de relieve el potencial de la herramienta cuando, con unos pocos clics, los jefes de programa que participaban en la presentación de un proyecto del Fondo Verde para el Clima en Kirguistán pudieron ver, por distritos, las grandes variaciones de los patrones de precipitación respecto de las mediciones promedio más amplia, lo que permitió perfeccionar el diseño del proyecto. 

"En este caso, lo innovador es que Earth Map acerca el poder inigualable de Google Earth Engine a la punta de los dedos de cualquier persona en solo unos segundos, de manera que cualquiera que tenga acceso básico a Internet podrá analizar macrodatos, aunque no tenga experiencia en codificación o teledetección", afirma Danilo Mollicone, Oficial técnico principal del equipo de la FAO que trabaja en las nuevas herramientas y en Collect Earth.

La FAO ofrecerá capacitación y asistencia a los usuarios y, aunque el enfoque amplio se centra en la facilidad de uso (por ejemplo, mediante menús desplegables y gráficas acumuladas) y en reducir la brecha digital, la Organización también puede ayudar a elaborar evaluaciones de Earth Map más especializadas y personalizadas cuando sea necesario.

Fuente: FAO

¿Por qué es tan difícil ofrecer wifi gratuita de calidad en las ciudades?

Cada vez son más las ciudades que ofrecen conexión a internet a través de wifi de forma gratuita en sus espacios públicos y en sus calles. No sólo grandes ciudades como Londres, Helsinki, Milán o Nueva York, sino también municipios mucho más pequeños.

Sin embargo, en ocasiones los usuarios se quejan de mala calidad de las conexiones o baja velocidad en la transmisión y recepción. En este artículo examino algunos detalles que nos permitan entender qué infraestructuras son necesarias, cómo se financian y qué otras alternativas pueden existir para proporcionar este servicio.

El impulso de la Unión Europea

En noviembre de 2016, Jean-Claude Juncker –presidente de la Comisión Europea en aquel momento–, al presentar su informe anual sobre el estado de la Unión Europea, explicó su intención de impulsar que en 2020 todas las grandes ciudades de la Unión Europea ofrecieran wifi gratis en sus centros urbanos.

Como consecuencia, surgió el programa europeo Wifi4EU, que dota a los municipios de 15 000 euros dedicados a instalar equipamiento para proporcionar wifi gratis en espacios públicos.

Entre 2018 y 2020, esta iniciativa ha distribuido más de 8 900 bonos en 30 países participantes, con un presupuesto total de 130 millones de euros. El programa financia la adquisición y emplazamiento de los puntos de acceso. Pero ¿qué más es necesario y deben adicionalmente cubrir los municipios?

El acceso a internet requiere mucho más. Si el servicio se ofrece de forma gratuita al ciudadano y no se permite la financiación con publicidad, que es una de las premisas de Wifi4EU, el coste lo deben afrontar los ayuntamientos, es decir, en definitiva, los ciudadanos.

¿Cómo se conectan los ciudadanos?

Una wifi permite la conexión inalámbrica entre el terminal del usuario (móvil, tablet, portátil, etc.) y un punto de acceso (el router). Esta conexión solo permite una comunicación local, es decir, entre los dispositivos y el punto de acceso al que se conectan.

Si queremos ir más allá, este punto de acceso o router debe a su vez conectarse a los equipos de un proveedor de servicios de internet (Internet Service Provider, ISP), la empresa que proporciona la conexión. Esta conexión se podrá hacer también de forma inalámbrica, a través de otra tecnología de radio, pero lo más habitual es que se realice mediante cable, a ser posible de fibra óptica.

El ISP tiene gran cantidad de equipamiento, servidores, conmutadores, routers… que trabajan de forma organizada para brindar la conexión a internet. Los equipos no necesariamente estarán cerca del municipio de interés, por lo que habrá que llegar hasta ellos a través de la red de telecomunicaciones del propio ISP o de algún tercero.

En resumen, además de colocar el punto de acceso, como intermediario entre el usuario y la red, hay que conectarlo con una extensa y potente red de telecomunicaciones que conectará el terminal del usuario con cualquier otro equipo que tenga una dirección IP.

¿Y si son muchos usuarios?

Cuando queremos dar cobertura a todas las personas de un municipio, es necesario situar varios puntos de acceso. Hay dos motivos fundamentales: la distancia desde la que es posible conectarse y el número de conexiones que puede mantener un punto de acceso con una velocidad de datos razonable para el usuario. Lo vemos con más detalle.

La wifi es una tecnología de corto alcance, generalmente hablamos de unos 100 metros. Por tanto, dependiendo del tamaño de la ciudad, habrá que desplegar un buen número de puntos de acceso, al menos cada 200 metros.

La limitación de alcance se debe fundamentalmente a que la potencia con la que se puede transmitir en la banda que usa wifi (habitualmente la banda ISM de 2,4 GHz) está limitada por la regulación. Frecuencias más altas tienen menos restricciones de potencia (5 GHz, 60 GHz) pero a su vez la propagación es peor, por lo que el alcance sigue siendo reducido.

Por otra parte, cada punto de acceso wifi es capaz de transmitir datos a una cierta velocidad, que se debe compartir entre todos los usuarios que deseen conectarse a él –y en el centro de una ciudad pueden ser muchos.

Con una wifi de última generación podemos tener velocidades de datos muy altas, por ejemplo, de 1 Gigabit por segundo (Gbps). Pero si se reparte entre 100 usuarios, a cada uno le corresponden, siendo optimistas –en una wifi los dispositivos compiten por las conexiones, por lo que cuantos más hay, peor es el rendimiento–, 10 Megabits por segundo (Mbps). Esta velocidad es más que suficiente para mandar un mensaje o hablar, pero no para muchas otras aplicaciones.

Y no olvidemos que para que el punto de acceso pueda dar una conexión de 1 Gbps de bajada, ese Gbps tiene que llegar primero a través de la fibra desde la red de telecomunicaciones. Muchos puntos de acceso wifi de alta velocidad requieren las conexiones de fibra, el equipamiento y la capacidad de red que proporcionen esa gran cantidad de Gbps.

En resumen, el disfrute de acceso gratuito inalámbrico a internet de calidad para muchos usuarios en una zona amplia de las ciudades necesita tecnologías de acceso y de red que, como sucede con el acceso a internet que usamos en nuestros hogares (al igual que la electricidad o el gas), no son en realidad gratuitas.

¿Existe alguna alternativa tecnológica?

Tecnológicamente, hay varias alternativas para ofrecer conexiones inalámbricas de velocidad adecuada en todo el espacio urbano. Un ejemplo son las redes 4G, y ahora 5G, de los operadores de comunicaciones móviles. Obviamente, el 5G no es gratis, pero ya hemos dicho que el wifi tampoco lo es. Cómo queramos pagarlo es otra cuestión.

Es indudable la necesidad de proporcionar acceso inalámbrico de alta velocidad a internet en lugares públicos de las ciudades, como bibliotecas, centros de enseñanza, hospitales o estaciones de tren. Las telecomunicaciones rara vez ofrecen una única, sino varias soluciones, que podemos elegir y/o combinar, siendo conscientes de sus funcionalidades y precio.

Fuente: Antropologia Urbana

viernes, 18 de septiembre de 2020

Idea Internacional relanza una herramienta web que promueve el voto informado


Idea Internacional, Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, relanzó la herramienta web denominado “CANDI Dat@s” que promueve el voto informado. El objetivo de la aplicación es que el ciudadano esté informado sobre las propuestas que las diferentes agrupaciones políticas tienen respecto a temas de interés social.

Algunos temas que “CANDI Dat@s” aborda son: ¿Se deben condonar los impuestos de las empresas durante un tiempo hasta que pase la crisis sanitaria? ¿Qué piensan los partidos políticos sobre el Federalismo, la comercialización libre de la marihuana o la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo? ¿Coinciden ellos con nuestras opiniones?

La plataforma web fue generada por Idea Internacional, con el apoyo de la Embajada de la República Federal de Alemania. Una primera versión fue aplicada en las elecciones anuladas del 2019 y llegó a más de 316.200 usuarios.

Su objetivo mayor es lograr que, con sus contenidos sin tendencia de ninguna naturaleza, concisos e interactivos,se llegue masivamente a la población para que, el próximo 18 de octubre, emita un voto informado y seguro, señala una nota institucional de Idea Internacional.

Forma de usar el sitio web

El usuario deberá ingresar al sitio web www.candidatxs.com.bo donde encontrará una veintena de preguntas que deberá responder una a una con “Sí”, “Me abstengo” o “No”. A medida que vaya avanzando podrá ir viendo debajo de cada pregunta la respuesta de las ocho organizaciones políticas en carrera electoral, generándose así insumos de cómo piensa cada una sobre los temas abordados. Al final, se podrá escoger a tres de las siglas, para conocer sus porcentajes totales de afinidad con el usuario.

Los porcentajes de las 3 organizaciones políticas seleccionadas no necesitan ser comparados entre si porque no existe una correlación entre ellos. El porcentaje expresa el grado de cercanía del programa de cada organización política con tu posición personal respecto del tema.

La aplicación es tan versátil que permite analizar los resultados por cada respuesta o por el total de las mismas, varias veces y con diferentes partidos.

Las respuestas a las cuestiones contenidas en el formulario se basan rigurosamente en los programas de gobierno de las organizaciones políticas y entrevistas a sus máximas direcciones; y no necesariamente coinciden con los mensajes que vienen emitiendo los candidatos en la campaña electoral, lo que explica que se puedan tener, como resultado, porcentajes de aproximación temática sorprendentes. El abstenerse de dar respuesta a algunos de los temas fue decisión exclusiva de cada organización política, explica Idea Internacional.

Asimismo indica que la herramienta establece un vínculo entre los contenidos de los programas de gobierno de las organizaciones políticas y las principales cuestiones de interés público que plantean diversas plataformas o colectivos juveniles y que se tradujeron en una Agenda de Propuestas de Políticas Públicas trabajada, a lo largo de los últimos 3 años, por más de 200 organizaciones de jóvenes de todo el país.

Los principales ejes temáticos de esta agenda son: Gobierno abierto e institucionalidad, desarrollo científico tecnológico, derechos con inclusión social, armonía con la naturaleza, desarrollo económico sostenible y desarrollo humano integral.

Señala que la Agenda de propuestas de Políticas Públicas fueron entregadas formalmente a las organizaciones políticas participantes en el proceso electoral, con anterioridad a la presentación oficial de los Programas de Gobierno efectuada por ellas ante el Órgano Electoral Plurinacional (ÓEP).

Por lo que la herramienta está diseñada para no registrar datos personales ni identificar tendencias. Por lo tanto, las respuestas no se agregan ni se almacenan. La información que arroja es exclusivamente de uso personal.

La herramienta fue desarrollada y utilizada en Alemania, y aplicada con éxito en otros países como Francia, Holanda, EEUU y Colombia, sostiene Idea Internacional.

Fuente: ANF

jueves, 17 de septiembre de 2020

Santa Cruz será el primer municipio en utilizar el “internet de la cosas” para convertirse en una ciudad inteligente

El Gobierno Municipal de Santa Cruz utilizará la banda liberada de costos denominada “Internet de la Cosas (IoT)” para convertirse en la primera ciudad inteligente que podrá monitorear a distancia las luminarias para brindar mejor seguridad a la ciudadanía y economizar en los costos.

El Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda (MOPSV), dando cumplimiento en lo establecido en el Decreto Supremo 4272, liberó el uso de la banda 900. “Estamos hoy con la Alcaldesa de Santa Cruz porque en esto de desarrollar la ciudad inteligente, la Alcaldía de Santa Cruz es una de las primeras en aprovechar esta banda y están desarrollando algo muy importante; todo el alumbrado público estará supervisado por la tele gestión, controlado por el Internet de las Cosas”, indicó Iván Arias Durán, Ministro de Obras Públicas.

“El Gobierno Constitucional liberó de costos a la IoT en cumplimiento al Decreto Supremo (DS) 4272 de Reactivación Intensiva de Empleo (…) La banda está libre para su uso desde el pasado el 11 de septiembre y ahora las empresas o personas que quieran utilizarlo solo deben registrarse en la Autoridad de Regulación de Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT)”, explicó el Viceministerio de Telecomunicaciones (VMTEL) René Sánchez.

El “Internet de las cosas” consiste en la integración de sensores y dispositivos en objetos cotidianos conectados a internet a través de redes inalámbricas. Dado su tamaño y costo, los sensores son fácilmente integrables en hogares, espacios de trabajo y en espacios públicos.

Antes de la liberación de la banda del IoT, que está vigente desde el pasado 11 de septiembre, como región éramos uno de los pocos países que seguían cobrando por el uso de los 900 megahercios (Mhz) y ahora ofrecemos esta oportunidad para que los emprendedores y las empresas puedan expandirse y crear para digitalizar la vida y sistematizar mayor información”, indicó Sánchez.

Añadió que el uso del “Internet de las Cosas” es amplio, por ejemplo se puede controlar las luces de una casa, en el transporte público se puede hacer seguimiento de ruta, si los parqueos están ocupados, en el agro se puede medir la temperatura de los suelos, los nutrientes”, informó el Viceministro de Telecomunicaciones René Sánchez Velasco.

También se proyecta que la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE) de Santa Cruz, como prestadora de un servicio básico utilice esta frecuencia con la finalidad de mejorar la calidad de su servicio hacia los usuarios.

Imagen: Pinterest

Fuente: Ministerio de Obras Publicas

miércoles, 16 de septiembre de 2020

¿Cuál es la dosis adecuada de videojuegos?

Los videojuegos son cultura. Esta tajante afirmación se basa en que los videojuegos han conseguido a lo largo de los últimos 40 años crear una serie de elementos estructurales, sociales, iconográficos, etc. que unen a varias generaciones.

Quizá usted, como lector, se esté acordando de algunas tardes fantásticas con Mario Bros, Tetris, Space Invaders, Arkanoid, The Secret of Monkey Island, DOOM, Civilization, Diablo, Half-Life, Baldurs Gate, Age of Empires y tantos otros. Nosotros nos consideramos “jugones” (gamers, en la terminología del momento) desde que hacia los 9 años recibimos nuestra primera consola, una Mega Drive y una PlayStation, respectivamente.

Industria y usuarios en cambio constante

Han pasado casi tres décadas y la industria (y sus usuarios) hemos cambiado mucho. Según la AEVI (Asociación Española de Videojuegos) en 2019, este sector aportaba el 0.11 % del PIB de España y proporcionaba más de 30 000 empleos directos e indirectos.

En 2018 hubo más de 15 000 000 de jugadores (con un aumento significativo de jugadoras) y una dedicación semanal media de 6.7 horas. Algunos juegos actuales como el Fortnite llegan a tener más de 8 millones de jugadores concurrentes.

Un aspecto importante que ha cambiado en la última década, y especialmente en los últimos años, es que los juegos utilizan internet. Esto ha supuesto un cambio de paradigma que ha afectado a la interrelación con otros jugadores y ha creado nuevas dinámicas (algunas de ellas algo perversas y que preocupan a padres y madres, educadores/as y responsables sanitarios como la relación con sujetos desconocidos).

Captar usuarios durante mucho tiempo

La mayoría de los videojuegos actuales que centran su experiencia en internet están diseñados para captar a los usuarios el mayor tiempo posible mediante estrategias y técnicas perfectamente orquestadas por las empresas que los diseñan. El objetivo es claro: tener a los jugadores el mayor tiempo posible en línea, ya que esto implica monetización de formas muy diversas.

Este tipo de videojuegos es cada vez más variado, pero podemos destacar títulos muy conocidos como Fortnite, Overwatch League of Legends, World of Warcraft, FIFA, y muchos otros.

A todo lo dicho se le puede sumar en estos momentos la preocupación por el inicio de la actividad escolar. Meses atrás, esta actividad ha podido convertirse en una válvula de escape para las dificultades propias del confinamiento y de un largo periodo estival, pero la vida intenta volver a la normalidad. Es posible que se haya ido incrementando el tiempo de uso de videojuegos y eso genere preocupación.

¿Juega más de 8 horas al día?

¿Cuándo debemos pensar que hay un problema y debemos consultar a un especialista, especialmente un psicólogo clínico? El Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) de la American Psychiatric Association refiere dos líneas de fuego para señalar un posible problema clínico, un posible trastorno de juego por internet:
  • Pasar más de 8 horas al día jugando de forma habitual.
  • Jugar, al menos, 30 horas a la semana.
Este diagnóstico engloba numerosos criterios y su ocurrencia debe darse durante, al menos, 12 meses, aunque la duración requerida puede acortarse si se cumplen ambos requisitos de diagnóstico y los síntomas son graves (como indica la International Classification of Diseases 11th Revision, ICD-11).

El uso excesivo y prolongado de juegos por internet tiene como resultado un grupo de síntomas cognitivos y conductuales como la pérdida progresiva de control sobre el juego, la tolerancia (tienen que pasar cada vez más tiempo jugando) y los síntomas de abstinencia (si no pueden realizar esta conducta, se agitan y se enfadan), que son similares a los síntomas de los trastornos por consumo de sustancias o juego patológico.

Al igual que ocurre en los trastornos adictivos a sustancias, quienes padecen este trastorno descuidan y ponen riesgo sus relaciones y otras actividades (como estudios y trabajo).

Puede que usted, como madre o padre, haya visto que su hijo o hija cumple con alguna de estas características, ¿verdad? Lo primero que le pedimos es tranquilidad. Que haya observado alguno de los mencionados comportamientos de forma ocasional o durante una breve horquilla de tiempo no supone que su hijo o hija presente un trastorno, pero sí puede ponernos sobre la pista de un patrón que comienza a ser problemático y que requiera intervención para reducir su consumo, y delimitar horas y zonas de juego, etc.

Lo que está claro es que si un adolescente no tiene normas claras sobre el uso de internet y los videojuegos, pueden llegar a atraparle.

Indicadores para saber si hay problemas con los videojuegos

Tras todo lo dicho, podemos plantear qué indicadores nos pueden ayudar a saber si los adolescentes están jugando demasiado y si puede llegar a ser problemático. A continuación, los autores relacionamos algunas ideas a modo orientativo:
  • Juega (casi) todos los días más de dos horas, especialmente si el juego se produce entre semana.
  • En algunas ocasiones se encuentra irascible cuando se le interrumpe o cuando no puede jugar.
  • A veces anticipa el tiempo de juego con ansiedad.
  • Se aprecia la necesidad de querer jugar cada día más tiempo, aplazando o dificultando el momento de la desconexión.
  • Deja de realizar algunas obligaciones escolares y de atender puntualmente su higiene, alimentación o las horas de sueño necesarias.
Los datos que tenemos actualmente en España, utilizando cuestionarios diagnósticos sobre este problema como el IGD20 o el IGDS9-SF, sugieren que entre el 1.9 % y el 2.6 % de los adolescentes que juegan a videojuegos presentan un trastorno de juego por internet.

Son datos que nos sugieren que hay un porcentaje nada desdeñable de personas que sufren este problema, pero también que actualmente se trata de un porcentaje reducido. No obstante, debemos trabajar desde todos los frentes para reducir un trastorno que puede prevenirse desde la familia y la educación, especialmente con normas sobre el uso de internet.

Ideas clave para padres y madres

¿Cómo se puede ayudar a reducir el juego excesivo por Internet?
  • Supervisar el tiempo dedicado a los videojuegos (en general supervisar de forma activa todo uso de internet). Sesenta minutos es un tiempo diario suficiente para una actividad de ocio y recreativa.
  • Favorecer hábitos y rutinas relacionados con la alimentación, el aseo, el estudio, el descanso y el ocio.
  • Mantener actividades de ocio no relacionadas con internet (actividades físicas, relaciones con iguales, idiomas, pertenecer a equipos deportivos o de otra índole, etc.).
  • Contrastar el tiempo objetivo de juego con el tiempo subjetivo del menor. Ello puede invitar a analizar la situación y comenzar a visibilizar la necesidad de cambios.
  • Estudiar la clasificación de los videojuegos (Sistema PEGI, principalmente), que facilita información sobre cada videojuego.
Si bien son símbolos y criterios todos importantes, a nosotros personalmente nos preocupan el símbolo de “juego” (unos dados), que hacen referencia a la aparición de juegos de azar o apuestas dentro del contenido, y el símbolo de “en línea”, que implica que el videojuego cuenta con un modo online para jugar por internet.

Por nuestra parte, nunca demonizaremos la cultura de los videojuegos y nunca sugeriremos que no se juegue, pero siempre insistiremos en que es necesario hacerlo como una actividad puntual, de ocio, con supervisión parental (para los menores) y que debe consistir en disfrutar durante un rato de una experiencia agradable, ya sea en solitario o con otras personas.

Fuente: The Conversation