lunes, 4 de mayo de 2020

¿Sufre Ud. de infoxicación?

En realidad, cualquiera puede reconocer la carga negativa que lleva una palabra como esta, ¿cierto?

Y, probablemente, ya comenzó a germinar en su mente –ya que Ud. no es cualquiera- un significado aproximado.

No está tan equivocado. Y lo felicito (por si acaso, cuando escribo ‘lo’ también quiero señalar ‘la’, pues no uso la diferenciación artificiosa del ‘lo’ y del ‘la’), porque echa a andar su deducción.

En realidad, el DRAE no lo incluye, aunque no debiera ser novedad, pues no todas las palabras aparecen en sus registros, lo que no quiere decir que no existan.

Por ello, nada mejor que ir a Fundéu BBVA. He aquí su respuesta:

Infoxicación es una palabra adecuada en español para referirse a una sobrecarga de información difícil de procesar.

El neologismo fue acuñado por el especialista en información Alfons Cornella para aludir a la sobresaturación de información, como acrónimo de intoxicación por información.

Dada la extensión de su uso, no es necesario entrecomillarla ni marcarla de ninguna otra manera, aunque si se estima que los destinatarios del texto aún no la conocen, conviene explicar su sentido la primera vez que aparezca.

Como alternativa, puede emplearse la expresión sobrecarga informativa.

Por otro lado, infoxicadoblog JGS (2014) aporta que sus principales causas van desde recoger más información de la necesaria porque así apoyamos nuestras decisiones, comprobamos la tesis que previamente nos formulamos, (nos) demostramos nuestros argumentos en nuestras ‘luchas’ dialécticas con otros o, simplemente, porque así juntamos información para el futuro. De hecho, es dudable que la podamos abarcar toda, pero nos gusta estar preparados ante un contrincante.

En cuanto a sus consecuencias, cito:

El síndrome se acompaña de manifestaciones tales como dolor de estómago, pérdida de visión, problemas de atención y concentración, dificultad para el análisis y la toma de decisiones, búsqueda constante de más información, ansiedad, estrés y trastornos del sueño.

La ansiedad como hemos indicado es una de sus principales consecuencias, algo que se ha denominado técnicamente como “information fatigue síndrome”. Este término ya fue acuñado en 1996 por el psicólogo británico David Lewis.

¿Qué podemos hacer para no caer en esta avidez informacional?

Hay varias soluciones, entre las cuales recomiendo – desde mi conocimiento superfluo, lo reconozco - seleccionar las fuentes de información (que Ud. y la academia juzguen confiables), utilizar los operadores booleanos, centralizar los contenidos de diversas páginas web sin ingresar a estas a través de herramientas como Feedly, Flipboard, Google Currents, activar Twitter y LinkedIn con preferencias establecidas de acuerdo a los perfiles que me interesan y, lo más importante, no angustiarse deseando tener la verdad última sobre un tema.

Le deseo suerte en esta tarea. También pasé por la misma premura de querer saberlo todo.

Imagen: ve.com

Fuente: Lenguaje, literatura y temas diversos

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