miércoles, 21 de octubre de 2020

La juventud, la tecnología y el espíritu de Mosul


En 2014, Salih y sus amigos tuvieron la idea de crear un club que conectara e introdujera a los jóvenes en el mercado laboral. Con la mirada puesta en el futuro, estos jóvenes moslawíes lanzaron el primer taller comunitario, centrado en la enseñanza de la tecnología, la innovación y el espíritu empresarial. Así nacía ‘Mosul Space’, un taller comunitario que ofrecía programas de capacitación y desarrollo empresarial.

 La caída de Mosul a manos de extremistas violentos, en junio de 2014, interrumpió abruptamente las actividades de esta iniciativa recién lanzada y obligó a sus fundadores a huir de la ciudad.

Durante su desplazamiento, Salih y sus compañeros se reunieron con jóvenes iraquíes de otras ciudades y profundizaron sus conocimientos sobre el desarrollo de proyectos internacionales, dando así una nueva forma al futuro del ‘Mosul Space’. Cuando regresaron a Mosul, devastada por la guerra, en 2017, sus corazones estaban decididos a dar vida a su proyecto.

Y así lo hicieron, con la ayuda de Cáritas República Checa.

“Juntos desarrollamos un proyecto para utilizar nuestras tecnologías Makerspace como la impresión en 3D y la fabricación digital para apoyar el mantenimiento de los dispositivos médicos en los hospitales, donde había una gran necesidad”, explica Salih. “En junio de 2018, cuando pudimos por fin alquilar una pequeña casa en Mosul, nuestro objetivo era satisfacer esa necesidad”, añade. De este modo, los jóvenes trabajaron en incubadoras para bebés y otro tipo de equipamientos médicos.

El proyecto de Cáritas también permitió al recién creado ‘Espacio Mosul’ fundar un Centro de Innovación para promover la tecnología y el espíritu empresarial en un área común de trabajo en la que se imparten programas de capacitación. Paralelamente, se desarrollaron colaboraciones con otras organizaciones internacionales, como la agencia alemana de cooperación internacional.

“Nuestro objetivo futuro es que las empresas también utilicen este espacio para desarrollar sus servicios para Iraq y para el mundo, así como para abordar cuestiones relacionadas con el cambio climático”, añade Salih, recalcando su sueño de llevar su proyecto un paso más allá y empoderar a otros jóvenes de todo el país, y del mundo.

“En 2019, 850 jóvenes accedieron a uno de nuestros talleres ‘Mosul Space’ y casi la mitad de ellos encontraron nuevos empleos”, cuenta Salih, “pero lo más importante es que encontraron nuevas formas de pensar y de resolver los problemas, algo que necesitamos desesperadamente en Iraq”.

La pandemia sin precedentes de la COVID-19 también sacó a la luz nuevos interrogantes, que requieren respuestas innovadoras. “Nuestro equipo Makerspace tiene una formación técnica y ya hemos empezado a trabajar en el desarrollo de dispositivos médicos”, dice Salih, que menciona la necesidad persistente de respiradores y otros equipos médicos para tratar a los pacientes en Iraq.

“La tecnología sirve para dar a la gente más soluciones”, asegura Salih, lleno de esperanza para el futuro.

Fuente: Unesco

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