lunes, 18 de febrero de 2019

Nueva tecnología permite ver cómo crece el bosque

Un nuevo sistema de monitoreo remoto permite que investigadores y técnicos sigan en tiempo real las tasas de crecimiento del bosque para evaluar si se están desarrollando adecuadamente y detectar tempranamente infecciones o ataques de plagas a las plantaciones.

Actualmente se requieren entre 150 a 160 trabajadores para hacer el trabajo de monitoreo. La actividad es agotadora y son frecuentes los accidentes laborales debido al ataque de animales venenosos. Con la nueva tecnología —llamada SmartForest— solo se necesita una sola visita para colocar los sensores que permitirán a los tomadores de decisión recolectar los datos de crecimiento del bosque diariamente.

La tecnología ha sido diseñada por una empresa brasileña llamada Treevia y se basa en una serie de sensores inalámbricos fijados alrededor de los árboles como si fueran cinturones, que se van ensanchando a medidas que crece la planta. El propósito es que esos sensores capturen los cambios en los diámetros de los árboles cada cierto tiempo y envíen los datos a una plataforma en línea.

La información se junta con las imágenes capturadas por los satélites y es analizada por algoritmos que usan técnicas de aprendizaje automático para producir informes confiables sobre el crecimiento de los bosques y su estado de conservación. Al asociar este conjunto de datos con la información climática de cada región, las empresas pueden estimar cuánta materia prima rendirá un área determinada en los próximos años.

“Cualquier propuesta de equipamiento y tecnología que pueda proporcionar un mejor conocimiento de la salud forestal, que demande menos costos y brinde una mayor eficiencia, representa un salto cualitativo en la gestión forestal”.
Ramon Bicudo da Silva, Universidad de Campinas

“Nuestro sistema ya lo están usando varias empresas en nueve estados de Brasil”, señala a SciDev.Net Esthevan Gasparoto, Director Ejecutivo de Treevia. “Usan la tecnología para producir inventarios que cuantifican y pronostican la tasa de crecimiento y estimar si habrá o no escasez de madera para abastecer a las madereras”, complementa.

Explica que el objetivo de la tecnología es ayudar a las empresas a asegurar la sostenibilidad económica y ambiental de sus negocios forestales en el corto y mediano plazo, lo que lleva al desarrollo económico de las regiones donde operan.

Pero además las autoridades pueden usar el sistema para asegurar que dichas empresas cumplan con la legislación ambiental que las obliga a restaurar y mantener los bosques cercanos. Esto es esencial para preservar los servicios ecosistémicos necesarios para garantizar la calidad de la vida humana.

[El sistema] “también se puede usar para averiguar si hay alguna fuente de infección o de ataque de plagas en el cultivo”, explica Ramon Bicudo da Silva, biólogo del Centro de Estudios e Investigación Ambiental de la Universidad de Campinas, quien no participó en su desarrollo.

Afirma que el este sistema de monitoreo remoto facilita el manejo de esos riesgos mediante una acción única dentro de las plantaciones que, por lo general, ocupan cientos de hectáreas. “Al anticiparse a estos problemas, los administradores podrían actuar antes de que se propaguen, lo cual conllevaría a un menor uso de pesticidas potencialmente dañinos para la salud humana y el medio ambiente”, enfatiza.

La información proporcionada por SmartForest es importante para las empresas que usan los bosques como fuente de materia prima, así como para las que usan eucalipto para la producción de pulpa y papel. Conociendo estos datos, están en capacidad de definir el mejor tiempo para el corte y la mejor eficiencia en términos de edad y rendimiento de la madera.

El nuevo sistema también ayudaría a los propietarios de tierras a adaptarlas a la legislación ambiental de Brasil, impulsando la recuperación de la cobertura forestal y la conexión de fragmentos, considerada esencial para la conservación de la biodiversidad, pues se trata fragmentos o parches restantes de bosques nativos más grandes que quedan en pie después de haberse despejado la tierra a su alrededor. Impulsar la reforestación entre cada fragmento ayudaría a reconectarlos.

La legislación ambiental manda que los productores ejecuten un proyecto de reposición de áreas degradadas y alteradas con el fin de mantener y restaurar las áreas de preservación permanente compuestas por franjas de bosques ribereños y también de una proporción de vegetación natural llamada reserva legal, que solo puede explotarse de manera sostenible.

Fuente: Sci Dev

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