viernes, 15 de febrero de 2019

Los últimos 40 años del TIPNIS, en 78 tomos de archivos y documentos

Una iniciativa de investigadores y la Pastoral Indígena del Beni derivó en la recuperación de cerca de 800 documentos que contienen la historia de los últimos 40 años del TIPNIS. El Archivo Documental Isiboro Sécure está ahora al alcance de todo el público desde la web.

La idea de generar este archivo nació de investigadores demandantes de fuentes de información y del director de la Pastoral Indígena del Beni, Julio Ribera Paniagua, quien especialmente identificó como problema estructural la falta de acceso a la información generada en los últimos 30 a 40 años de historia del TIPNIS.

El proyecto se concretó con fondos de la iniciativa Andes-Amazonia de la Fundación Gordon and Betty Moore, que administra la Universidad de Florida, en coordinación con la Subcentral de Mujeres Indígenas TIPNIS y la Subcentral TIPNIS. La participación de Fundación Solón permitió poner la documentación a disposición de un gran público vía online.

Azarug Justel, que estuvo involucrado en el trabajo de campo de recuperación de los documentos y su posterior digitalización, dice que la carencia de archivos se puede extrapolar a todos los territorios indígenas en el Beni donde no es costumbre conservar ese patrimonio documental.

Fuentes de información

El trabajo comenzó por identificar una quincena de fuentes de información en Trinidad, Cochabamba y La Paz que posteriormente fueron clasificadas por tipo de documentación, su estado, cantidad y calidad.
Los archivos originales del Centro de Investigación y Documentación para el Desarrollo del Beni (CIDDEBENI) y del archivo de Manejo de Áreas Protegidas y Zonas de Amortiguación, principalmente, se sometieron a digitalización, después se elaboraron fichas bibliográficas para cada documento y se catalogaron.

El producto de este trabajo es un archivo impreso en 78 tomos entregado a la Pastoral Indígena; un archivo digital de 5.6G y un archivo online en www.tipnisbolivia.org. El banco de información es de 771 documentos.

Justel explica que algunos archivos e investigadores tenían su material en un adecuado estado de conservación, catalogado, sin polvo, insectos ni humedad. Pero precisamente el archivo de CIDEBENI, institución cerrada hace algunos años, tenía su repositorio en malas condiciones: humedad, en habitaciones con fracturas en el techo, y con documentos irrecuperables. Ese material está a cargo de Hoyam Moxos, que no tiene fondos para su preservación.

Informes, resoluciones, cartas...

Marielle Cauthin, del equipo del proyecto, dice que su inicial preocupación fue recuperar documentos de primera mano: resoluciones orgánicas, cartas, informes, diagnósticos. Es decir fuente de información que puede ser base para otros estudios.

Así se recuperaron revistas que contenían información de las primeras marchas indígenas, informes de guardaparques que reportan el avasallamiento cocalero al Polígono 7, informes de enfrentamiento entre indígenas y entre cocaleros, las solicitudes de intervención del Ministerio, del INRA, de alcaldía de Villa Tunari.

“Empezamos a tener documentos de primera mano para mejorar la historia de denuncias de avasallamiento del territorio. Tenemos los iniciales proyectos del Área Protegida, proyectos para el aprovechamiento de cacao, cuero de lagarto, aceite de motacú, artesanías. Los proyectos van contando un poco las trayectorias de consolidación de momentos altos y bajos del Isiboro Sécure”, dice Cauthin.

Documentos de los dirigentes

Un importante bagaje es la documentación que tienen en su poder los exdirigentes indígenas. Marcial Fabricano y Adolfo Moye aportaron con resoluciones, fotos antiguas, etc. Cauthin explica que eso ha generado otro hilo histórico de los momentos en que organización indígena toma la voz para denunciar avasallamientos, atropellos o negociaciones con el gobierno, además de su arribo a acuerdos.

Por ahora la preocupación del equipo es que los documentos originales están en proceso de deterioro y desaparición por falta de condiciones de cuidado. Cauthin explica que las organizaciones indígenas se han visto en apuros por resguardar los títulos ejecutoriales de su TCO o sus resoluciones orgánicas, por eso se busca generar procesos de documentación y recuperación, además de socializar esa información para fortalecer de alguna manera la defensa y sostenimiento territorial.

Azarug explica que existe mucho por trabajar: “entre los pocos recursos y el poco tiempo tuvimos que priorizar documentos, sobre todo se han dejado atrás slides (diapositivas) antiguos, casetes con entrevistas, hemos encontrado entrevistas del primer encuentro de corregidores en el TIPNIS en 1987. Las mimas personas que custodian esos archivos tienen predisposición para colaborar y seguir trabajando en esto, falta recursos económicos y tiempo”.

Uno de los impactos del Archivo Isiboro Sécure es que los investigadores y personas en general han comenzado a revisar los documentos de los 78 tomos en custodia de la Pastoral Indígena en Trinidad. El otro resultado es que muchos investigadores están enviando sus investigaciones y documentos de primera mano para alimentar el fondo documental. Otra constatación también es que muchas personas no quieren aportar su documentación por temor a represalias en la actual coyuntura política.

“Partimos de la lógica de que abrir información, liberar información, es desconcentrar el poder y generar condiciones de seguridad a varios actores del territorio”, dice Marielle Cauthin. Otra área identificada para trabajar es el área Chimán, que está en demanda de restitución territorial con el INRA, pero eso dependerá de las alianzas que puedan conseguir con otras instituciones.

Fuente: Pieb

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